La mañana de este miércoles comenzó con la Rambla Catalunya completamente pintada con los colores de Rosario Central. Los colores azul y amarillo están plasmados en los paredones del balneario público, cestos de residuos, columnas de iluminación del cantero central de la avenida Carrasco, estacionamientos de bicicletas y hasta los árboles.
Esta intervención se da en el marco en el que el Ministerio de Seguridad de Santa Fe analiza la posibilidad de clausurar las tribunas del Gigante de Arroyito para el próximo partido que se disputaría la última fecha del campeonato ante Colón de Santa Fe.
Rosario Central podría ser sancionado por el uso reiterado de pirotecnia por parte de la barra brava y por la exhibición de una bandera con la leyenda «Permiso piden los giles». Ahora, el club canalla espera la confirmación para saber si habrá una clausura total del Gigante, porque aseguran que no es lo mismo organizar un partido en el que hay o no público.
