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La historia de la mujer de Rosario que estuvo 23 años secuestrada

Imagen ilustrativa.

Un mecánico de 59 años que durante más de dos décadas mantuvo cautiva a su pareja, de quien abusó sexualmente, amenazó y golpeó, comenzó a ser juzgado hoy en la ciudad, por privación ilegítima de la libertad y reducción a la servidumbre, informaron fuentes judiciales.

La fiscal de la Oficina de Violencia de Género, Luciana Vallarella, solicitó una pena de 18 años de prisión para el acusado, Oscar Alberto Racco.

El hombre está detenido desde mayo de 2019 cuando la mujer, de 44, logró escapar de la casa en la que estuvo secuestrada durante 23 años y con ayuda familiar denunció sus padecimientos.

La audiencia preliminar del juicio se realizó en noviembre de 2019, pero por la pandemia de coronavirus el proceso oral recién se inició hoy. El tribunal que juzga el caso está integrado por los jueces Nicolás Vico Gimena, Rafael Coria y Nicolás Foppiani, indicaron las fuentes.

La pareja comenzó su relación en diciembre de 1995, cuando la mujer, M.E., tenía 19 años y Racco 36. Según la investigación, en ese momento se produjo un primer hecho de violencia cuando el hombre golpeó a la mujer delante de su familia, que denunció el hecho.

Luego la llevó a vivir con él y la mantuvo separada de su familia con extorsiones para que los padres de la mujer levantaran la denuncia. De acuerdo a la investigación de la fiscal Vallarella, durante el primer año de relación el mecánico tuvo atada a la mujer con una cadena a una cama y la encerró en un altillo.

Voceros del caso dijeron que la mujer declaró que durante años vivió “aterrorizada” por las amenazas del hombre y la violencia física, psicológica y económica que sufría, además de otros sometimientos que le impidieron liberarse del cautiverio.

En la zona donde vivieron, la mujer era conocida con otro nombre que el hombre le había puesto, suprimiendo su verdadera identidad, agregaron las fuentes. Explicaron también que la mujer no podía salir sola de su domicilio y que cuando sacaba los residuos él la acompañaba.

El 8 de mayo de 2019 ambos estaban en la vereda cuando el hombre se descompuso y debió entrar a la casa, obligándola a M.E. a hacerlo también, pero esa vez no cerró con candado.

La mujer buscó dinero en la vivienda mientras su secuestrador estaba en el baño y escapó corriendo, para luego tomar a un taxi hasta una estación de servicios y comunicarse con un familiar, señalaron fuentes de la pesquisa.

El mecánico fue detenido en su domicilio el 29 de mayo e imputado dos días después por privación ilegítima de la libertad, con prisión preventiva.

Con el correr de la investigación, la fiscal amplió esa acusación inicial a los delitos de reducción de la servidumbre y abuso sexual con acceso carnal, según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Para la fiscal, los hechos ocurrieron desde el 6 de mayo de 1996 y hasta el 8 de mayo de 2019, día en que la victima logra escaparse.

“Se le atribuye también haber sometido a su voluntad a la víctima reduciendo su ámbito de autodeterminación, todo sucedido en un contexto de violencia de género ya que ambos tenían una relación de pareja desde que la víctima tenía 19 años”, señaló el MPA.

Vallarella también le atribuyó a Racco “en el mismo contexto de sometimiento sostenido a través de actos violentos tanto físicos como psicológicos, haber abusado sexualmente de la víctima, habiendo sido el último hecho el 20 de abril de 2019”.

Tras lograr escapar de esas situaciones luego de 23 años, M.E. contó los padecimientos a los que fue sometida en un Centro Territorial de Denuncias, lo que dio origen al caso cuyo juicio oral se inició hoy. Paralelamente, fue alojada en “Casa Amiga”, un centro de protección integral de la mujer en situación de violencia de género que se encuentra en nuestra ciudad.

Luego ubicó a su madre -el padre falleció mientras estuvo secuestrada- y desde fines de 2019 vive con ella en otra ciudad, dijeron fuentes judiciales.

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